ARTE Y ANIMACIÓN

Las secuencias animadas de la película tienen sus raíces en el realismo mágico latinoamericano, y utilizan un motivo de costura para guiar a lxs espectadores por el complejo mundo emocional de una madre que sufre el dolor más profundo: la pérdida de un hijo.

Antes de la desaparición de su hijo Gustavo, Norita trabajaba como modista, y es el motivo de costura de la animación lo que la mantiene conectada con su familia y sus raíces, una base desde la cual transforma su vida, aventurándose en el oscuro inframundo que se encuentra más allá de su hogar.

A lo largo de la progresión de las secuencias animadas, vemos a Norita en gran medida inconsciente de los peligros que enfrentan los jóvenes revolucionarios como Gustavo, con cuervos que representan la vigilancia constante y la presencia de la violencia militar. En el marco de la ausencia de Gustavo, Norita sale de su casa para buscarlo y con cada paso comienza a "coser" un nuevo camino de vida. Norita se une a otras madres que encuentran la fuerza para luchar por Verdad y Justicia, llevando consigo sus pañuelos blancos en la cabeza y los nombres de sus hijos cosidos en ellos como símbolo de amor y resistencia.